jueves, 25 de abril de 2013



                       
 otro más de Marta...







 Fantasía

                                                         Marta Susana Briceño         

Yo, que venía sembrada de soledades
                                           y silencios               
y busqué un desierto donde sentirme lejos.

Yo, que en un paradojal cimbronazo
                                             del tiempo
me encontré en el paréntesis de tus distancias
                                               y desencuentros.
Yo,  que entre tantas historias diferentes
no pude ver la señal
                               de ternura y de deseo
con que venías a despabilarme el desaliento

                   Y te bebí el amor, sin aprender,
                   para seguir buscando en el desierto.

Y hoy que soy lo que fui,
         lo que seré después,
que te puedo nombrar porque estás
         más acá del ayer y más allá del hoy,
me desnuda la urgencia de encontrar,
buscando tu señal
                   tu signo vertical,
tu amor sin tiempo.

                           







Aqui comparto con ustedes un regalo, una hebra , una resonancia desde la otra orilla de un mismo río, que tanto nos separa como nos condena a mirarnos porfiadamente a los ojos...
De Concordia, gracias Marta.



                


Fantasmas
                                      Marta Susana Briceño

A veces quisiera saber de los fantasmas.
Esa sombra altanera,
esa silueta oscura
que hiere los espacios y deja las palabras
como espigas sin granos.
Y quisiera nombrarlos
y enfrentarlos,
desde todas las arrugas de mi cara
y hasta la posible tersura de su estampa.
Y saber de sus ojos y sus manos,
de la tibia caricia con que engañan,
y encontrar un lugar
donde olvidar
el sueño en que se hamacan.
Y busco la hendidura,
esa hendija vital,
esa cósmica puerta de salida
y de entrada.
Esa puerta por donde salgo hacia la nada,
y por donde vuelvo,
para habitarme de hologramas,
hasta que alguna vez,
por fin,
la puerta esté cerrada.