miércoles, 25 de noviembre de 2020

 Hace unos años, con la querida Nancy Rial, en Habana, Cuba.

Gracias Revista Topía!


"

Tallereando en La Habana

 
“En el largo camino hacia el cielo, la alegre artista, buscaba el amor”

Reflexiones a partir de un ciclo de talleres de escritura colectiva realizado en El Vedado, La Habana, en el mes de febrero de 2016.

Lo que presentamos a continuación es una reconstrucción –una entre varias posibles- de la experiencia realizada junto a la MSc. Nancy Rial en febrero pasado, en el marco de la Feria Internacional del Libro y con el aval del Centro de Orientación a la Población (COAP) de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana.

La misma constó de cuatro talleres de escritura colectiva con mujeres, convocadas por tres organizaciones: Irreverencia Producciones y Red Social Haciendo Almas, las dos  de la sociedad civil, y Taller de Transformación Integral del Barrio Vedado-Malecón, subordinado a la Asamblea Municipal del Poder Popular del Municipio Plaza de la Revolución, que previamente habían aceptado la propuesta de conocernos a través de la tarea."

 

Artículo completo:

https://www.topia.com.ar/articulos/tallereando-habana



https://www.facebook.com/poeticacolectiva








sábado, 21 de noviembre de 2020

 

                                      Escribir nuestro ir siendo

 

Y ya que hay que escribir, que al menos no aplastemos con palabras las entrelíneas” 

  Clarice Lispector

 

Nada demasiado altisonante. Ni excesivas certezas. Solo una convicción.

No hay demasiada teoría revisada para sostener esta propuesta. Si, quizás hay una praxis, en el sentido gramsciano: un hacer crítico sobre sí, para sí; para volver al hacer.

De ella es que nace esa convicción  acerca de que podemos ir dibujando nuestro ir siendo, mientras escribimos.

Por ello quizás es necesario que dediquemos un tiempo a  pensar este acuerdo implícito, que las trajo hasta este lugar.

También es conveniente subrayar que escribir supone un para quién: la escritura no cumple su función –aunque la concibamos como memoria y no como comunicación-si no se incluye en su concepción la presencia de un/a/s lector/s.

Volcar, dibujar palabras en un soporte concreto, y proponerlas al mundo externo pide de la responsabilidad y la celebración de concebir la existencia contingente o constante de unos otros/as/es.

Si podemos elegir el cómo, el quienes(a veces), el para quienes (siempre) y el cuándo; pero no escondernos en el “para mi”, a la vez que ir creando un centro de gravedad, un punto de partida.

Porque también está implícito, en esta propuesta, que no es lo mismo escribir siendo varón que siendo mujer ,aunque asumamos el condicionamiento tanto como el conflicto, en la construcción de las dos identidades de género.

Confieso que aún no puedo testimoniar, quizás por falta de dialogo, la construcción de otras definiciones de género que también van siendo en este tramo de la historia y la cultura que compartimos. Las enuncio para no excluirlas. Pero no las nombro, por ignorancia. Escucho, para escribir. Me abro, para escribir. Escribir  puede entenderse como la maravilla de un hábito automático, que aparece como primer resultado de la alfabetización- privilegio invisibilizado-. Que es el anverso y reverso del leer, ambos enredados en el circuito moébico del pensar.

Por ello es un acto que parte y genera y vuelve a la comunidad. Por sinuosos caminos.

Escribir implica un “para quienes” junto al “para qué” y en algún momento hay que detenerse a explicitarlo para que tome fuerza la escritura. Y sentido. Hasta estilo (a pesar de-o justamente- lo que plantea Roland Barthes)*.

*El grado Cero de la escritura, Barthes, R.

 

Mi camino por diferentes grupos y colectivos me ha ido mostrando que muchas mujeres escriben: cartas para sus afectos, “pensamientos”, diarios personales, etc.; de forma más o menos sistemática, más o menos intencionada. Pero escriben.

Lo necesitan para hacerle espacio a una parte de su ir siendo.

En esos textos en general se evidencia un dialogo casi intimo consigo misma o con otros cercanos. Como para verificarse, reconocerse, escucharse a sí misma.

Por ello, cuando hablamos de escritura, de escribir el siendo; de qué tipo de escritura hablamos? Qué condiciones tiene? Qué funciones cumple?

Es equivalente el deber que se cumple en medio de un proceso de educación formal, un escribir que copia a otros, que junta información teórica  a la escritura que recoge interrogantes o a la que indaga en lo no dicho aún?

Es escritura repetir lo dicho por otros/otras anteriormente, de manera más o menos prolija? Nos acompañan esas interrogantes. Seguirán aquí.

 Pero sí afirmo/se afirma en esta propuesta de taller, que no se propone una mirada acerca de la escritura, pensando en el saber literario, que sin duda algo tiene para aportar, desarmar, señalar; más bien esta propuesta está intentando acercarse a la escritura como un campo de acción, de despliegue de la tensión entre los significados y significantes, y es por ello en el encuentro entre la escribiente, los y las lectoras y el papel en blanco material y social, se abre un proceso de elaboración de posibles comprensiones de una realidad, que  es varias a la vez.

De esta mirada  es que nace esa convicción  de que podemos ir dibujando nuestro ir siendo, mientras (nos) escribimos o mejor dicho, devenimos escritura.

Por ello quizás es necesario que dediquemos un tiempo a  pensar este acuerdo implícito, que las trajo hasta este lugar.

Por ello, sin duda, el acto de escribir implica un trabajo al que debemos dedicar tiempo, para que se convierta en escritura. Como propone Leila Guerriero:

“Hay que amasar el pan con rencor, con tristeza, con recuerdos, con el corazón hecho pedazos, con los muertos. Hay que amasar el pan pensando en lo que se va a hacer después. Hay que amasar el pan como si no fuera a hacerse nada, nunca más, después. Hay que amasar el pan con harina, con agua, con sal, con levadura, con manteca, con sésamo, con amapola. Hay que amasar el pan con valor, con receta, con improvisación, con dudas. Con la certeza de que va a fallar. Con la certeza de que saldrá bien.”*

Pensemoslo. Propongamoslo. Escribamoslo. No será sino se comparte, se desarma, se rearma.

 

*https://elpais.com/elpais/2016/06/07/opinion/1465310501_943283.html

 

 

 

jueves, 5 de noviembre de 2020

hijas de lilith

círculo de escritura 

(intensivo)

PREPARANDO EL 2021

21 y 28 de noviembre

5 y 12 de diciembre


de 10 a 12.30 hrs

por plataforma Zoom


coordina: lilián toledo

Inscripciones y consultas 

 hijasdelilith21@gmail.com

+598 99 744 214