Aqui comparto con ustedes un regalo, una hebra , una resonancia desde la otra orilla de un mismo río, que tanto nos separa como nos condena a mirarnos porfiadamente a los ojos...
De Concordia, gracias Marta.
Fantasmas
Marta
Susana Briceño
A veces quisiera saber de los
fantasmas.
Esa sombra altanera,
esa silueta oscura
que hiere los espacios y deja
las palabras
como espigas sin granos.
Y quisiera nombrarlos
y enfrentarlos,
desde todas las arrugas de mi
cara
y hasta la posible tersura de
su estampa.
Y saber de sus ojos y sus
manos,
de la tibia caricia con que
engañan,
y encontrar un lugar
donde olvidar
el sueño en que se hamacan.
Y busco la hendidura,
esa hendija vital,
esa cósmica puerta de salida
y de entrada.
Esa puerta por donde salgo
hacia la nada,
y por donde vuelvo,
para habitarme de hologramas,
hasta que alguna vez,
por fin,
la puerta esté cerrada.
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