martes, 25 de junio de 2013



tengo en mi vida
una riqueza que es pura paradoja:
se escurre entre mis dedos aún siendo oro
deja huella a la vez que
me enseña a no apretar el puño
para que no desaparezca su brillo
a no apurar su disfrute
sabiendo que es mejor que vaya se vaya
que intentar detenerla y dejar de verla
de tenerla entre los dedos
aunque sea un instante

un instante que pocas han sabido vivir
que pocas han sabido como ser su puente.